Fin de semana agitado. Ocho partidos bravos jugados en contextos intensos. La cima no se mueve, pero la lucha se mantiene al rojo vivo. No hay espacio para el error y todos se lo han tomado muy seriamente.
Panorama vibrante en Loja. Libertad consiguió un 3 a 2 ante un Aucas que no claudicó. Partidazo. Las acciones se distribuyeron por igual en las áreas, pero Eber Caicedo destacó por sus tres goles en un momento dulce que lo proyecta más que nunca en su carrera profesional.
Macará venció ante Mushuc Runa en choque de tungurahuenses. 2 a 1 que premió la insistencias. El Celeste se va alejando de la zona roja con el rigor de un Guillermo Sanguinetti que le tomó bien el pulso a su plantilla. El panorama desolador es para los del Ponchito, cuya mejoría aún no es suficiente.
Manta pifió en casa. Nuevo éxito del Deportivo Cuenca de Norberto Araujo. El Expreso Austral exhibe el valor de tener una estructura sólida y un plantel comprometido. La propuesta de los morlacos de meterse en el hexagonal principal va firme y seria. Se les viene una gran recta final.
Vinotinto sigue cayendo. El planteo utilitario de Gabriel Schurrer no fue suficiente. El cuadro llanero terminó doblegado en la última jugada del encuentro por un Barcelona que golpeó la puerta todo el encuentro. Fue Miguel Parrales quien tuvo el número premiado para mandarla a guardar.
El Nacional le ganó el Derbi Capitalino a Liga. Muestra de carácter del equipo de Juan Carlos Pérez para sobreponerse a todos los malos síntomas y conseguir una victoria fundacional. Djorkaeff Reasco se llevó los flashes y conquistó otra diana para una temporada dulce de cosechas.
El puntero se tomó el Capwell. Independiente del Valle demostró la supremacía que sostiene ante Emelec jugando en el Puerto Principal desde hace varias temporadas. Claudio Paul Spinelli volvió a grabar su nombre en lo más alto. Definición premium y a sumar tres puntos más a su ventaja.
Universidad Católica no tuvo líos para superar a Técnico Universitario. Partidazo de Mauro Díaz en un despliegue de calidad maravilloso. Trámite que se definió en los detalles. El Trencito Azul volvió a ser ese equipo que encuentra grietas en el rival para sacar partida.
El cierre tuvo un golpe en la mesa de Orense. Delfín tuvo la ventaja, pero no la consistencia. Al final los machaleños lo ganaron en todo rigor y su 3 a 1 fue la distancia perfecta para aumentar tres puntos a una sumatoria que es optimista para su objetivo de volver a ser internacional el año que viene.