Vaya fin de semana intenso. La Liga Ecuabet está que arde y las sorpresas abundan por todas partes. La tabla que no es apta para cardiacos y las luchas que se distribuyen sin pudor.
El Nacional dio el primer batacazo de la jornada. Victoria ejemplar del equipo de Juan Carlos Pérez en Manta y ante un Delfín que se vio desbordado de entrada. La figura de Anthony Bedoya como símbolo de los criollos que sueñan con la salvación y que ahora suman fe para llevarse algún premio.
En Echaleche se volvió a marcar otro capítulo que las vueltas se gozan. Mushuc Runa tuvo temple y entrega para despachar a Aucas por la mínima. Partido fundacional para Paúl Vélez que es experto en salvaciones y que quiere sumar una más a su frondoso repertorio.
Universidad Católica no pudo imponerse en casa. Nuevamente Libertad, nuevamente Juan Carlos León. El cuadro lojano que no se cansa de sorprender y cosechar. Una campaña para enmarcar de uno de los outsiders de este año. La amenaza naranja es constante y apunta bien alto.
Independiente sufrió, pero sigue marcando distancias. Orense dio dura pelea, pero al final la presión del puntero en su casa pesó mucho más. Sornoza y Hoyos, los más experimentados asomaron al rescate para sumar tres puntos que hoy mismo ponen a todo el mundo a hacer cuentas difíciles.
Liga arrancó el sábado con un trago amargo. Temblor en Ponceano ante un Manta luchador. El equipo de Efrén Mera pudo ganarlo, pero se durmió en la penúltima estrofa de la canción. Bryan Ramírez apareció nuevamente como salvador y logró al menos rescatar un empate que sabe a poco para la U.
Técnico Universitario cortó su buena racha. El cuadro ambateño no resistió la presión y terminó con dos jugadores menos en un ambiente cuando menos tenso. Jaime Ayoví y una definición de biógrafo le dieron los tres puntos a un Emelec que se ha vuelto un bastión desde la llegada de Guillermo Duró.
Barcelona patinó en casa. Los métodos de Rescalvo se quedaron cortos ante un Macará utilitario y luchador. Fue 2 a 0 el éxito para los guaytambos en el Monumental. Clase de control y actitud del cuadro comandado por un Guillermo Sanguinetti que tiene bien conocido el medio y sus argumentos.
El cierre de la jornada nos llevó al Austro. El Expreso volvió a caminar. 2 por 0 del Deportivo Cuenca de Araujo sobre un Vinotinto que no termina de caerse a pedazos. La sequía de los llaneros los desborda por cada esquina, mientras que los azuayos sacan el álgebra de lo posible para rematar la fase.
Grandísima fecha, muchísima emotividad. La Liga Ecuabet entra en zona de desenlaces. No hay treguas para nadie. Sumar o sumar. Las batallas aflojan, se multiplican, surgen y retan.
